sábado, 23 de julio de 2011

Las dos muertes que el PRO y algunos medios olvidaron

Una ocurrió luego del desalojo en el asentamiento La Veredita y la otra es posterior al incendio que terminó con el hogar de tránsito que el Instituto de la Vivienda de la Ciudad tenía en La Boca. La candidata a vice jefa porteña no dijo ni una palabra.


No todo es globos de colores, caras de felicidad, discursos aggiornados que datan de una impostada política de no agresividad y bailes descoordinados enmarcados en una extraña fiesta que parecería ser un festejo de fin de año de una multinacional. En la Ciudad de Buenos Aires, la otra, la que no está buena, dos bebés murieron por causas fueron absolutamente evitables.

El miércoles, sólo dos legisladores se animaron a opinar sobre la muerte Ricardo Tolosa y Benjamín César Santino Paja. El letargo y la falta de explicaciones no solo son patrimonio del Ejecutivo porteño. Estos dos menores de tan solo tres y 18 meses murieron en dos casos envueltos por la marginalidad y la falta de contención social del estado.

Una de ellas ocurrió luego del desalojo del asentamiento La Veredita, en Villa Soldati, y la otra luego del incendio que terminó, hace una semana, con el hogar de tránsito que el Instituto de la Vivienda de la Ciudad tenía en el barrio porteño de La Boca.

A pesar de que en ambos casos debería intervenir el ministerio de Desarrollo Social, su titular, María Eugenia Vidal, que también es candidata a vice jefa, no efectuó ni una sola palabra al respecto.
Ninguna explicación sobre lo ocurrido. Claramente esta dependencia no mostró interés en las muertes de dos menores que ocurrieron ni más ni menos que por la desatención de las familias que terminaron desplazadas por el desalojo y el incendio.

El legislador Gonzalo Ruanova, del bloque Nuevo Encuentro, dijo que las causas de las dos muertes fueron “absolutamente evitables”, y recordó que “las 450 mil personas que enfrentan la crisis habitacional porteña quedan a merced de una total falta de acceso al crédito hipotecario y de una falta de regulación que deriva en que el Estado incumpla la ley, y pague 700 pesos por mes”.

Sobre el papel de Vidal, Ruanova consideró como “una locura que no tenga un padrón único de las personas que reciben este subsidio”, mientras que el legislador Francisco “Tito” Nenna, del Frente para la Victoria, graficó el empeoramiento de esta crisis en “la enorme subejecución presupuestaria del instituto de vivienda”.

Y todavía le siguen pegando a Fito por decir que el 47% de porteños que los votó, le da asco.

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