domingo, 17 de diciembre de 2017

Víctima de la brutalidad: durante la represión del jueves le fracturaron el cráneo y debe ser operado

ARIEL SERRANO, DEL MOVIMIENTO TERESA RODRÍGUEZ DE ALMIRANTE BROWN, ESTABA A CUATRO CUADRAS DE LAS VALLAS Y RECIBIÓ EN LA CABEZA EL IMPACTO DE LA GRANADA DE GAS. LO OPERAN ESTE LUNES A LAS 8 DE LA MAÑANA. NINGÚN FUNCIONARIO SE COMUNICÓ CON ÉL.

Ariel Serrano fue una de las muchas víctimas de la feroz represión que se vivió frente al Congreso el jueves, mientras se esperaba el debate por la reforma previsional. Ese día una granada de gas arrojada por por efectivos de las fuerzas de seguridad le pegó en la cabeza y le fracturó el cráneo. 

Serrano, militante del Movimiento Teresa Rodríguez de Almirante Brown, deberá ser operado. La intervención quirúrgica fue programada para este lunes a las 8 de la mañana, horas antes de que Diputados vuelva a sesionar.

“Yo estaba a cuatro cuadras de las vallas, ni siquiera estaba frente al Congreso cuando los incidentes”, contó Serrano, quien agregó que “fui como luchador por lo injusto de este proyecto contra nuestros abuelos”. El impacto de la granada “me rompió un hueso y tuve leve pérdida de sangre en la cabeza”. La lesión lo descompensó. Los médicos indicaron que debía ser operado a la brevedad, pero consiguió turno recién para primera hora del lunes.

Serrano manifestó que “no fui a tirar piedras, soy un luchador y no van a encontrar imágenes mías agrediendo” y denunció que “desde el Gobierno mandaron a cazar gente como si fueran animales”. Criticó la represión, a la que definió como “carnicería salvaje”, porque “estamos en contra de la pelea de pobres contra pobres” y que los efectivos “hacen lo que hacen por un sueldo de porquería”. Es un desocupado “con un plan de trabajo precario y familia numerosa". Dice que "ningún gobierno nos trajo soluciones”.

En declaraciones a FM La Patriada el militante agredido manifestó además que ningún funcionario se acercó para interiorizarse sobre su condición tras los hechos de violencia. Aseguró que a la dipsómana ministra Patricia Bullrich Luro Pueyrredón le diría que “luchamos para cambiar la realidad y terminar con el hambre y la injusticia”. Se definió como “un trabajador honesto que se preocupa por los que no tienen para comer” y cerró afirmando que “sé que voy a estar bien y que la única lucha que se pierde es que la que se abandona”.

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